Culmina el año y el presidente Piñera se muestra de mejor humor que en otras fechas. Recorre Chile poniendo primeras piedras de grandes proyectos que se le acaban de ocurrir y habla con grandilocuencia de este país moderno al que afirma haber contribuido más que sus predecesores. Su corte de funcionarios, guardaespaldas y lameculos variopintos lo sigue a pocos pasos afirmando robóticamente con la cabeza cada ocurrencia del gracioso mandatario. Si hasta parece haberle agarrado el gustito al poder y no oculta su deseo de regresar en cuatro años. Total, la gente olvida rapidito lo malo y se queda con la imagen triunfalista que difunden los medios oligárqicos. Las palizas policiales fueron perdonadas, tal como los sueldos de hambre, la desprolijidad de la reconstrucción, la privatización del mar o la estafa de la educación.
Pienso en todas las personas por las que siento respeto. Intelectual y éticamente cada una de ellas podría encabezar la misma ONU. Sin embargo, ninguna tiene la más remota relación con la política de oficio. Por el contrario, sienten un desprecio que raya en el asco frente a las camadas de renacuajos codiciosos e ignorantes que se apropian de los cargos públicos, y que traen a sus parientes, amigos de juerga y bandas de rufianes para que ocupen, defiendan y perpetúen sus pequeñas cortes.
Afortunadamente, para estos políticos de oficio la vida tampoco es color de rosa. Para ser un vago bien pagado con fondos públicos hay que ser un buen pixelador de la imagen personal, un artista de la manipulación, un diestro cultivador de lealtades momentáneas, un avezado sablista de la traición y un especulador inescrupuloso, porque en el siempre embravecido mar burocrático hay que estar dispuesto a vender a la madre al mismo diablo con tal de mantenerse a flote.
me parece que tienes razon pero no me fio de mi juicio ya que en el 2013 pegue varios rebuznos. Lo que me llama la atencion de Chile son dos cosas que lo hacen un pais unico entre los de Latinoamerica (perdon por la falta de diacriticos): 1. pasa el gobierno de un partido al otro sin escandalo, denuncia, amenaza y alharaca; 2. cuando parece que el presidente o la presidenta lo ha hecho bastante bien, es decir que ha realizado una buena labor (y asi lo indican las encuestas), pum! van los chilenos corriendo a votar por el partido contrario.
ResponderEliminartodo lo cual me permite deducir que, si viviera en Chile, estaria mas neurotica
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