Cristobal Colón (en español), Cristoforo Colombus (en italiano), Christopher Columbus (en inglés) o Christophorus Columbus (en latín) (su origen sigue siendo una total confusión) fue hasta hace pocos años uno de los más grandes personajes de la historia colegial.
Hoy se ha avanzado en el sentido de degradarlo al menos hasta una condición de saqueador. En la historiografía fue reemplazado el concepto "descubrimiento" por "conquista" o "invasión".
Varios países han cambiado el nombre con que se conmemora este hito histórico o simplemente han dejado de celebrarlo.
En el caso argentino se recuerda como el "Día del Respeto a la Diversidad Cultural". En Venezuela se celebra como el "Día de la Resistencia Indígena". En Bolivia es el "Día Continental de la Descolonización". En Perú es el "Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural". En Ecuador es el "Día de las Culturas". En Cuba no se celebra, aunque sí el 10 de octubre, pues fue el día en que empezó la guerra de independencia contra España, en 1868.
México, Chile, Uruguay y Colombia siguen con la denominación "Descubrimiento de América".
En el caso de España se ha cambiado varias veces la denominación de este acontecimiento. En 1918 fue instaurado como "Fiesta de la Raza". En 1958 como "Fiesta de la Hispanidad". En 1987 como "Fiesta Nacional de España", y desde 1992 como "Encuentro de Culturas".
La palabra "encuentro" molesta a las organizaciones de pueblos originarios, pues encubre la historia de dominación,
desestructuración, explotación y destrucción que llevó adelante la
conquista y colonización de América, provocando el mayor genocidio de la
historia.
En
A'Peoples History of the United States, Howard Zinn analiza al "devoto
cristiano Cristobal Colón" y su "manera perversa de tratar a los
gentiles arahuacos que
lo recibieron. Los esclavizó, torturó y asesinó: todo en pos de la
riqueza". Zinn sugiere que "Colón representa los peores valores de la
civilización occidental: codicia, violencia, explotación, racismo,
conquista, hipocresía".
Nada sabía de esto. Como me sucede habitualmente, este tipo de información, la agradezco. Aprender.
ResponderEliminarAsumo que todas las denominaciones responden a las estructuras de la sociedad en esos países.
No es tan simple como juzgar y "crucificar" la ideologización de los procesos que se van adecuando a los cambios, transformándolos como reflejo de lo que se vió en esto y lo que se entiende después.
Todo radica en la mirada.
En la individual y la colectiva. Que buen texto, Jorge!!!
Tantas variaciones en el nombre como versiones de los hechos. En Argentina suele decirse que la historia la cuentan los que ganan.. a eso le anexamos: a buen entendedor pocas palabras. Qué bueno que este feriado se rebautizó en nuestro país pero qué malo que lo trasladaran con fines turísticos! Y bue, esto es Arg2012.
ResponderEliminarEscrito ramplón, Jorge, perdona. Se ha demonizado a Colón, gran navegante, y cierto que era hombre algo maquiavélico como el común de sus paisanos coetáneos. Era de origen judío, los Colombo de Mallorca, isla de tratantes de esclavos. Tuvo una vida agitada entre Italia, España, Portugal y el Caribe, un par de hijos con un par de mujeres. Cuidó mucho de sus intereses personales. Su "Carta del Descubrimiento" es el texto fundacional de la literatura y la historia latinoamericanas e inaugura un estilo híbrido y seductor (mitos, datos reporteriles) que un siglo después emulará Sir Walter Raleigh con su carta del descubrimiento de la Guayana, Manoa, "el imperio dorado de las amazonas". Colón escribió (de derecha a izquierda, con ayuda de un espejo) un extraño libro de profecías y tuvo ciertos aspectos enigmáticos, los cuales se cubren en el libro "El secreto de Colón". Su nombre, Cristophoro, significa 'portador de Cristo'. La carta que le dejó a su hijo le muestra como un hombre de negocios, cristiano en lo de guardar el buen nombre y las formas de acuerdo al formato de los testamentos de entonces.
ResponderEliminarEn lo de que persiguió y mató a los indígenas, sin duda, pero fueron sus hermanos los incitadores (mataron a españoles también) y lo hicieron por dos cosas: por el oro, y por el ataque al fuerte Navidad que no dejó a un solo español con vida (no se encontró a ninguno) pues los indios defendían su isla y muy justamente, con todo el derecho que les asistía. La reina Isabel, a quien había llegado la noticia de que "sus" vasallos indios (futuros esclavos y luego futuros pagadores de impuesto) habían perecido a manos de Colón, lo hizo encadenar y enviar a España encadenado. La reina intentó desdecirse de todos los contratos firmados, las Capitulaciones de Santa Fe, por los que Colón era nombrado Almirante de la Mar Oceana y virrey de las Américas. Le pareció que le había concedido demasiado a Colón. Pero éste no se arredró y encomendó a su hijo a que luchara en tribunales hasta que se le hiciera justicia al menos en lo de los títulos (hoy en día el duque Cristóbal Colón y Carvajal).
Con Colón se inaugura el GENOCIDIO de los indios y el fin de una visión cultural signada por los areítos nocturnos de los tahínos de Quisqueya (Hispaniola, Dominicana), sustituída por la ascética cultura "cristiana" que rehuye el placer y propaga la codicia.