Anocheció y nuevamente siento que he perdido el tiempo, que no avanzo, que los días se disuelven en un nunca jamás, que de la premura abarcadora queda muy poco... Veo mi epitafio al fondo de cada pensamiento, sobre una piedra vulgar, y ni siquiera tiene letras, solo sombras temblorosas de un probable raulí.
Otium, Negotium; Ocio, Nego-Ocio; es hermoso perder el tiempo
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