Siento su muerte tanto como sentí la muerte del historiador Luis Vitale. Enormes luminarias del pensamiento contemporáneo que ya cumplieron su ciclo vital.
Hobsbawn reflexionó desde la historia sobre la naturaleza del ser humano, sobre sus alcances, sus límites, sus grandezas y atrocidades.
Su obra es una reflexión histórica al paso de los acontecimientos, sin olvidar la visión de conjunto. Según sus palabras "hoy el gran peligro de la historia es la excesiva especialización y
que se enseñe la historia no como un progreso general de la especie
humana sino como una serie de retazos elegidos según un criterio
cualquiera".
Su visión crítica del capitalismo tuvo su confirmación en el desastre español, en el declive europeo, en las sucesivas crisis norteamericanas, en la precarización mundial de la clase obrera y en los feroces intentos de restauración oligárquica.
Pudo contemplar el fenómeno de la virtualidad informativa, su aporte a la democratización de las sociedades, a la difusión del conocimiento, y también los deseos de controlarla hasta el punto de convertirla en un instrumento policíaco.
Hasta siempre, querido maestro. Desde hace un tiempo venimos tomando el relevo. Vuestra contribución desatoró numerosos cuellos de botella historiográficos, puso faroles en terrenos baldíos y justas medallas de reconocimiento a los olvidados, despojados y víctimas de la historia.
Historiador, literato, filósofo, crítico, visionario, todo al mismo tiempo.
ResponderEliminarUna pérdida para la humanidad entrera y en especial para el mundo académico. Buen tributo, besos.
ResponderEliminarJusto y merecido homenaje.
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