Elevo una solicitud internacional para ser acogido como refugiado literario. Las relaciones con mi propio país han llegado a un punto muerto. No nos entendemos. No nos toleramos. Chile se fue al carajo. Deseo marcharme a un lugar donde el clasismo sea memoria desterrada, donde la prensa no esté completamente banalizada y donde los políticos lean al menos a Zizek.
Sólo pido una cabañita solitaria, ojalá cercana a un bosque, montaña o riachuelo, y algunos metros cuadrados para cultivar mi propio alimento.
A cambio inmortalizaré narrativamente sus formas fraternas de convivencia y trabajaré como filósofo entretenedor en el bar más cercano.
Será un poco difícil encontrar asilo,el banalismo y decadencia de los medios oficiales es global, Cuando nos rendimos, de alguna manera, aceptamos el estado a lo que se ha llegado. Quédese amigo Juan y contribuyamos, aunque sea en lo mínimo, para cambiar las cosas
ResponderEliminarSaludos