Camino entre los avellanos apartando las ramas bajas para que no me rasguñen el rostro. El silencio es sepulcral. No se me cruzan conejos ni perdices. Las nubes avanzan lentamente hacia el sur. No tengo un motivo claro para cruzar el bosque. Puede que al otro lado haya un barranco o una planicie de romeros. Sólo avanzo, tal como lo hice con mis letras, sin saber si llegaré a algún lado. Sé que me faltó método, disciplina, lecturas clásicas, quizás vida bohemia con otros vagos igual de perdidos. Quería escribir novelas relevantes, novelas del tiempo, sabía que tenía suficiente talento para hacerlo. Pero la vida cotidiana suele machacar las bolas a los creadores hasta tal punto que los deja apenas trascribiendo morses de despedida. ¡Hey, muchacho, yo pasé por aquí!, dice una inscripción tallada en la neblina que amamanta a los robles.
Temprano fui tras una parvada de patos que regresaban a su antigua morada. Iban caminando sobre el asfalto. Los autos les tocaban la bocina e intentaban esquivarlos. Ellos parecían decididos. Sólo durmieron una noche en nuestro corral. Intenté alcanzarlos para persuadirlos, pero no escucharon razones y volaron dispersándose hacia el río...
Otra vez 'hurra'. Este mes ando trabajando con mis estudiantes el tema 'animales' y los inicio en las maravillas narrativas de Quiroga, "Cuentos de la selva", porque aunque hablan nuestro idioma son de barrio y no suelen recibir este tipo de informacion (perdon por la falta de diacriticos). Vamos a cubrir el tema de distintos modos: por narrativa, mitologia, musica ("A mi me dicen el camaleon" es la cancion que tararean y que tiene que ver con El Chapo); para que algun dia puedan entender el mensaje de Pink Floyd en "Animals". Y se rebelen.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=ceDi9XwqM5g