Almorzamos un sabroso vacío (los argentinos, muy existencialistas, le llaman vacío a uno de los mejores cortes de vacuno) y brindamos con vino salteño. En la televisión pasaban un reportaje sobre Elvis Presley. La música me hizo recordar al otro Elvis, al Elvis comunista. Mis contertulios no lo conocían así que tuve que contarles lo que yo sabía, que tampoco era demasiado.
Conocí a Dean Reed durante mi secundaria a través de breves menciones en las revistas opositoras a Pinochet. Supe entonces que había sido un cantante muy popular en los 60, en Chile y Argentina, y que había apoyado al gobierno de Salvador Allende.
Dean Cyril Reed, nació el 22 de septiembre de 1938 en Wheat Ridge, Colorado (Estados Unidos). Hijo de un rico granjero fundador del grupo de extrema derecha John Birch Society. Desconozco la relación que tuvo con su familia, pero lo cierto es que sus inquietudes artísticas lo condujeron tempranamente a Hollywood. Allí logró destacar entre otros imitadores de Elvis Presley, por lo que los ejecutivos de la casa productora Capitol lo contrataron para que grabara su primer disco.
Rubio de ojos azules, aspecto de galán y voz melodiosa, Reed contaba con suficientes atributos para lograr fama en aquellos días, por lo que no tardó en encontrar un representante y llamar la atención de la Warner Brothers que lo contrató para su “Escuela de estrellas”.
Sus primeros éxitos radiales los obtuvo en Chile a comienzos de los 60. Luego sucedió lo mismo en Argentina. Entremedio grabó una película en México. Fue aquella popularidad la que lo condujo hasta Chile a dar una serie de recitales. En el aeropuerto fue recibido por un numeroso grupo de calcetineras. Durante su estadía asistió a radios, conciertos y programas de televisión. También hizo una sesión de fotos para la revista Ritmo junto al cantante uruguayo Gervasio. En cada lugar cantaba su hit Our summer romance.
Se alojó en un departamento de Providencia y estableció contacto con los cantantes chilenos Luis Dimas y Marcelo, además de recibir clases de español con Mandolino. Grabó siete discos 45s propios (para Philips y Odeón) y dos singles junto al grupo Los Amigos de María. Se grabó, además, un LP de Philips titulado Dean Reed en Chile (1961).
La colaboración entre el músico y la banda chilena fue editada en el single “Las cosas que yo he visto / Somos los revolucionarios”, publicado bajo etiqueta EMI-Odeón, en 1970, y con créditos compartidos entre Dean Reed y Osvaldo Jéldrez. Al año siguiente, la sociedad volvió a figurar en el single “Siento que la historia llama / Ustedes”, dos títulos de Reed con dedicatoria especial (el primero a su esposa; el segundo, a Ernesto Che Guevara). Su amistad con el locutor Ricardo García explica el posterior contacto de Reed con la Nueva Canción Chilena y la campaña electoral de Salvador Allende. Intentó hacer activismo político en Argentina, pero los militares lo deportaron rápidamente.
Sus inquietudes sociales lo llevaron a involucrarse en distintos procesos políticos a nivel mundial (sin embargo, los detalles de este progresivo involucramiento siguen siendo nebulosos). Existe, eso sí, una biografía titulada Camarada Rockstar, de Reggie Nadelson, cuyos derechos fueron comprados para el cine por Tom Hanks. Un dato curioso: en junio de 1965 viajó como delegado -supuestamente argentino- al Congreso por la Paz en Helsinki. Las causas de cómo y por qué llegó hasta allí son difusas.
En 1972, el guionista chileno José Román, por encargo de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) invitó al cantante a conocer la realidad agraria local. Dean Reed aprovechó de visitar a Pablo Neruda, Salvador Allende, Víctor Jara, a los mineros de Chuquicamata y apoyó públicamente al gobierno de la Unidad Popular. Todo esto quedó registrado en un documental que desapareció tras el golpe militar.
Un poco antes del golpe militar que derrocó a Allende, Reed viajó al bloque comunista. En la Unión Soviética y la RDA popularizó a Chuck Berry, Elvis Presley y The Beatles. Allí se convirtió en un activista político a tiempo completo, una cara amable del régimen comunista alemán, que abrazaba las causas justas mundiales. Se acercó incluso al movimiento de Yaser Arafat y quemó en público la bandera estadounidense. En el año 1978 dirigió y protagonizó la película The Singer, donde encarnó a Víctor Jara. Un bodrio intragable (según las críticas virtuales) aparentemente filmado en Rumania.
En agosto de 1983 logró ingresar a Chile y realizar una sorpresiva actuación para los mineros de El Teniente. Culminó con el puño en alto y un estruendoso “Venceremos”. Dos días después el cantautor fue expulsado del país por lo que el Ministerio del Interior consideró “ofensas inaceptables para el pueblo de Chile y su Gobierno, intentando con ello revivir la peor época que ha vivido nuestra Patria”. “GOBIERNO MANDÓ A DEAN REED CON LA MÚSICA A OTRA PARTE” tituló Las Últimas Noticias.
En 1985 visitó Estados Unidos por primera vez tras 15 años y se reencontró con sus viejos amigos de Denver. Ya de vuelta a la RDA lo consumió la nostalgia por su tierra, por Estados Unidos. "No hablaba de otra cosa", recuerda su esposa. El 17 de junio de 1986, Dean Reed fue encontrado flotando en un lago de Berlín con la cara desfigurada. Las especulaciones en torno a su muerte han sido motivo de acalorados debates hasta el día de hoy. Hay quienes señalan como culpable a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la misma que, supuestamente, lo habría contratado en 1963. Otros sospechan de la Stasi, por cuanto no podían permitir que una estrella del bloque comunista les diera la espalda.
Dean Reed fue un personaje contradictorio, con varias nebulosas en su trayectoria. Criticó de manera furibunda las intervenciones de Estados Unidos, apoyó explícitamente a los gobiernos del bloque comunista, calló ante los atropellos de esos gobiernos, alentó la revolución democrática allendista, llenó estadios en más de 32 países y dirigió y protagonizó varias películas, desde "spaghetti-westerns" hasta dramas antiamericanos rodados en Rumania.
Tuvo varios amores, entre ellos su primera esposa Patty, fruto del cual nació su hija Ramona; la modelo Wiebke, a quien conoció en el Festival de Cine de Leipzig, en 1971. Más tarde, al rodar "Kit & Co.", conoció a su mujer definitiva, la actriz Renate Blume, y adoptó a su hijo Alexander.
En el 2007 se estrenó en Alemania el documental "Der rote Elvis", del director Leopold Grün. Se recuerda allí al cantante y al activista a través de las voces de quienes lo conocieron. Isabel Allende, hija del fallecido Presidente de Chile, recuerda al estadounidense que apoyó a su padre. También un grupo de ex mineros chilenos que evocan su apasionado Venceremos, en 1983, con Pinochet en el poder.
Müller-Stahl, actor que creció en la Alemania comunista, recuerda cómo Reed se negó a estampar su firma en una carta abierta al régimen de Berlín Este, en contra de la expulsión del cantautor crítico y disidente Wolf Biermann.
Grün combina en su film estos testimonios con imágenes de Reed besando a Arafat, enarbolando un arma y una guitarra en el Líbano y rodando en la Plaza Roja de Moscú, así como con escenas de algunas de sus peores películas al servicio de la RDA. Quizá deprimido por la declinación de su carrera de artista y también por sus altibajos sentimentales, Reed se dio su último baño en un lago de las afueras de Berlín el 17 de junio de 1986. Tenía 48 años.
Lamentablemente no es real lo que relatas. Yo fuí suu amiga y no estoy de acuerdo con este relato.
ResponderEliminar