Quizás Borges tenía razón en su Biblioteca de Babel. El universo está formado por infinitas celdillas hexagonales. Puede que Borges, más lúcido que el resto, lograse escuchar el zumbido más secreto.
Tengo ansias de infinito pero soy tan precario. ¿Por qué esas ansias me acompañan?
¿Es acaso el gran defecto humano?
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