No siempre puedes explicar lo que escribes. Los textos simplemente afloran de esta factoría mental desquiciada. A cualquier hora. A propósito de nada. Y cuando debieras alzar la voz, enfatizar un suceso, pues te quedas callado. Intuyo que la vida carece de un cronómetro. No hay progresión, nada indica que mejoras, que comprendes, que alcanzas la perspectiva de un sabio para ver mejor las cosas, porque siempre vas saltando de mata en mata, volviendo atrás, dando la mano a los espíritus del pasado, pidiendo perdón en actitud budista, sacándole la chucha a los demonios que no te dejan en paz, haciendo de juez y verdugo en tu corte arbitraria, pidiendo un aventón a la familia Joad, o adelantándote, alfombrando un camino por el que nunca pasarás realmente.
Imagen: Saul Steinberg
Todos estamos un poquito piantados, por eso hemos de amarnos asi como en el dibujito. Abrazos amigo
ResponderEliminarQué Triste pero Muy Bello :)
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