La única lección de Trumbo: debes proseguir. Sin victimizarte, sin lamer culos, no necesariamente con esperanza, aunque si con astucia, jugando con los dados ya tirados.
Buena película para un viernes sin alcohol. Sirvió para reencontrarme con el escritor levantisco que llevo dentro, ese que tiene la hoz y el martillo cincelados en el alma.
Una única y valiosa lección. Ayer vi la película, es genial. Merecía más premios.
ResponderEliminarLeyó muye entrelíneas, bien hecho y adelante amigo Muzy.
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