Murakami necesita correr como actividad complementaria a escribir, como necesidad y purificación. En momentos de aflicción suelo volver a hacer ejercicios. Trotes largos, flexiones, abdominales, trozar troncos, subir montañas, remover grandes piedras, hasta agotarme. Sentirme exhausto y más fuerte me debe ayudar, por algo lo sigo haciendo. Desde los doce años. Y ya tengo 42. Una constante, quizás la única que he conservado. Es como si necesitara reencauzar mi ira (no aplastarla) y a la vez fortalecer mi cuerpo para los posibles contraataques. Nada debe ser peor que sentirse un pirigüín debilucho o un mofletudo sin movimiento. Si la vida te vuelve a lanzar trompadas arteras, debes estar preparado para, al menos, responderle con sendas patadas en las bolas.
"Nada debe ser peor que sentirse un pirigüín debilucho o un mofletudo sin movimiento. Si la vida te vuelve a lanzar trompadas arteras, debes estar preparado para, al menos, responderle con sendas patadas en las bolas."
ResponderEliminar.... Me gusta esa actitud ante los embistes de la vida y por la estética también.
Agradezco sus palabras, querida Lorena. Son textos que nacen de repente. Necesariedades del alma.
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso.