Pablo Mendieta Paz
(A Jorge Muzam y a San Fabián de Alico
luego de tomar un tinto de sus montañas)
luego de tomar un tinto de sus montañas)
contemplándose en el espejo
que reflejaba Irlanda.
Con estupor y tentación
nos aproximamos
y vimos de reojo el mar,
la lluvia, el desierto y un poeta oriental.
Nos dijimos:
¿Será el pasado o el infinito?
¿O una leyenda invocando a Joyce?
A cierta sombra cayeron como un telón
el laberinto, una rosa y un sajón.
De este se escuchaban sus pasos.
Afinamos la mirada.
Era el centinela de la anarquía
que vestía como atuendo
doce espadas que relucían
en algún lugar de la eternidad.
Hablamos otra vez:
parece ser que la vida es sueño,
elegía, una brújula de insomnio,
un reloj de arena
y un diálogo de muertos.
Y dijo uno en parábolas:
hay alguien, hay alguien
en alguna perpetuidad
que empuña una oración...
*Publicado originalmente en Sugiero Leer (22/12/2016)
Imagen: Emil Orlik
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