Nos preocupa la extinción de los lectores. Tememos entrar en paro por falta de demanda. Haber escrito por las puras huifas. Cervantes puede cubrir en solitario los horarios de oficina, ayunos y feriados. Shakespeare las horas cruciales. Joyce el insomnio. Y para nosotros apenas habrá un cheque de despido sin fondos y una patada en el culo.
Pocos pero buenos. Los lectores de best sellers deberìan suicidarse en masa para erradicar un mal en la tierra: los escritores de best sellers.
ResponderEliminarNo hay que prestarle mucha atención a los numeros. Hay que seguir con la buena costumbre de soñar leyendo hasta que la muerte nos toque con su guadaña :)
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