Ese silencio matinal propiciado por los peucos alborotadores de mi infancia es el causante indirecto de mi obra, de mi cultura y hasta cierto punto de no pocos rasgos de mi personalidad, pues, y aquí solo elucubro, ese silencio madrugador me conectaba con mi mismo, me convertía en un nómade lector, y me tornaba un solitario, un buscador de soledades, mías y de otros, un explorador más que un aventurero, caminante de llanuras y trepador de montes, enturbantado para el sofoco desértico, refugiado entre bosques bulliciosos de especies, solo premunido de cantimplora y bastón de palo, y desde mi morral, apenas asomados, una hoz y un martillo, herramientas herrumbrosas, heredadas de ancestros de rostros esculpidos por vientos y soles, abuelos que nadie pudo doblegar, y con las que iba sembrando ingenuas semillas de dignidad humana.
Nomadismo lector / Nomadisme lecteur
Ese silencio matinal propiciado por los peucos alborotadores de mi infancia es el causante indirecto de mi obra, de mi cultura y hasta cierto punto de no pocos rasgos de mi personalidad, pues, y aquí solo elucubro, ese silencio madrugador me conectaba con mi mismo, me convertía en un nómade lector, y me tornaba un solitario, un buscador de soledades, mías y de otros, un explorador más que un aventurero, caminante de llanuras y trepador de montes, enturbantado para el sofoco desértico, refugiado entre bosques bulliciosos de especies, solo premunido de cantimplora y bastón de palo, y desde mi morral, apenas asomados, una hoz y un martillo, herramientas herrumbrosas, heredadas de ancestros de rostros esculpidos por vientos y soles, abuelos que nadie pudo doblegar, y con las que iba sembrando ingenuas semillas de dignidad humana.
Absolución / Absolution
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Ya es bastante invierno / * E’ abbastanza inverno già
Por aquí ya es bastante invierno, le digo por mensaje a Pablo Cingolani. Llueve con murmullo persistente. Ha nevado en las cumbres. Las escampadas tienen rumor de viento norte. El musgo se apodera de las piedras, de los estanques, de los troncos viejos. El Ñuble vuelve a adquirir la prestancia y el rugido de un río sureño. Despierto temprano, incluso en día domingo, es una conducta propiamente campesina que suele acompañar toda la vida. Café para espabilar mirando por la ventana el Malalcura, comprobar que sigue en su sitio. Que la historia previa no fue una ilusión ni menos un sueño de Monterroso. Mis ingredientes para vivir suelen ser imaginarios. Posibilidades y recuerdos que interactúan en una novela inédita, incongruente, circense por defecto. La soledad fantasmagórica de la cordillera exalta mis quijotismos. Si tan solo Doré pudiera dibujarme. Mi cabeza es un Saturno anillado de esqueletos, cañones sin pólvora, generales rusos dubitativos.
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Qui è abbastanza inverno già, lo dico per messaggio a Pablo Cingolani. Piove con mormorio persistente. Ha nevicato sulle cime. Le schiarite hanno rumore di tramontana. Il muschio s’impossessa delle pietre, degli stagni, dei tronchi vecchi. Il fiume Ñuble riacquista la prestanza e il ruggito di un fiume del sud. Mi sveglio presto, compreso la domenica, è una consuetudine propriamente contadina che accompagna lungo tutta la vita. Caffè per destarsi guardando dalla finestra il Malalcura, per verificare che sia sempre al suo posto. Che la storia precedente non fu un’illusione e tantomeno un sogno di Monterroso. I miei ingredienti per vivere di solito sono immaginari. Possibilità e ricordi che interagiscono in un insolito romanzo, incongruente, circense per difetto. La solitudine fantasmagorica della condigliera esalta i miei chisciottismi. Se solo Doré potesse disegnarmi. La mia testa è un Saturno inanellato di scheletri, cannoni senza polvere, generali russi dubitativi.
La eternidad de la palabra / L’eternità della parola
Publicado en http://intraduzionisolmar.blogspot.cl/ (10/8/2017)
Revolución de la brisa / Rivoluzione della brezza
Mi habitación da a un jardín poco transitado donde crecen sin mayor cuidado encinos jóvenes, camelias ancianas y manzanos en flor. No hace mucho una solitaria gallina se quedó a vivir allí. Digamos que se autoexilió del resto. Nadie se explicó la razón. Durante el día escarbaba entre las flores buscando su sustento. En la noche dormía sobre un taca-taca abandonado, hasta que le expliqué que eso no me parecía lo más adecuado y la expulsé. Entonces ella se fue a dormir bajo unas rosas dentro del mismo jardín. Con el tiempo formó su nido, empolló, sacó sus crías y hoy deambula como oronda emperatriz por ese territorio que ella considera suyo. Nadie osa acercarse pues su fiereza no desmerece ante un mastín.
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Rivoluzione della brezza / di Jorge Muzam
Narrándome / Narrandomi
El visto bueno
Es el tiempo de las encinas, de las mañanas con niebla, de los cerros azulados. Tanto silencio público me ha hecho desaparecer de toda primera plana. Es mejor así. Las letras son bayoneta de plumavit ante las circunstancias que nos aprietan el cuello. Mi opción de escribir para nadie se ha acentuado a la par que contemplo a los gobiernos convertirse en dictaduras. Las palizas a los jóvenes, la violencia oficial naturalizada, los ricos atrincherando fortunas en paraísos fiscales, la prensa lamiéndole el culo a los potentados. Todo lo que diga mal de esta época será cosa muy cierta, así que es mejor ahorrar palabras y dar el visto bueno a las rebeliones venideras. La convención informal del proletariado XXI levanta por abrumadora mayoría el pulgar a la opción guillotina. De seguro no quedará nadie. Ni siquiera nosotros. Es la condición humana la que debe extinguirse.
Los perros se sientan a mi lado, buscan el contacto de mis piernas, una caricia pasajera, a veces se me lanzan al regazo y allí dormitan. Y hasta roncan. Y en sus rostros se aprecia cierta felicidad, la seguridad de sentirse queridos y protegidos, la no conciencia de lo que se puede venir, el desconocimiento del alarmismo noticioso, del odio de clases entre los hombres, del cambio climático acelerado, del inminente apagón del universo...
La batalla de la historia
Los minutos se pasman con las bravuconadas imperialistas expelidas desde el televisor, la radio, los diarios, internet. Imaginamos hongos atómicos asomándose detrás de las montañas, nubes negras cubriéndonos el sol, abejas derribadas, rosas tristes, vacas mugiendo ante un pasto envenenado. Y los niños, todos los niños buscando una explicación ante ese ventanal donde se oscurece el mundo.
Licencias literarias
Se anuncian chubascos para el atardecer. Una decoloración de azules y grises ensombrece las montañas. Diminutos jilgueros de pecho verde amarillo picotean las últimas manzanas. La comida libre de los pájaros empieza a escasear en julio. Pasan grandes aviones autografiando el cielo. Seguimos leyendo a Joseph Roth. Tras terminar Fuga sin fin y El triunfo de la belleza hemos buscado el resto de sus novelas. Ya nos falta poco para conseguirlas. Fue una vida breve e intensa. Errancia, miseria, honor y alcoholismo, como Franz Tunda o su santo bebedor. Un pájaro pintado que busca los cimientos de un imperio esfumado. Y entremedio, muletillas risueñas, carcajadas literarias, licencias recreativas que sólo se le perdonan a un gran novelista.
Dibujo: Xulio Formoso
El desastre siempre es desastre
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