Grabadora perversa

"Una mujer quiere que la recuerdes y consigue que encuentres una fotografía suya", observa Cees Nootheboom en su cuento "Paula". Sólo que se trata de una mujer muerta. El departamento del protagonista está casi vacío, las paredes pintadas de blanco, se ha desprendido de armarios, veladores, baúles y de cuanto le ha parecido prescindible. Sólo ha dejado su cama, una mesa y una silla. Intenta no recibir visitas, no contemplarse a través de las impresiones de otros, no mirarse en el espejo ni verse a sí mismo en imágenes antiguas. Ha dejado una fotografía de Paula adornando un muro, es de hace 45 años, una portada de Vogue. Entonces era una chica popular, bailarina bohemia, años locos, está mirando desde un balcón con un cigarro en la mano, tiene cintura de avispa, pechos ínfimos, boca entreabierta. Se sienta frente a ella. Sigue despertando su deseo, estancándolo en un sólo momento, como si el resto de la vida fuese una añadidura superflua. 

Sucede que la soledad se ensaña con los abejorros tristes. La mente es perversa, no descansa, tiene mil ejércitos autodestructivos, afiladas espadas de Damocles, una fábrica keynesiana de dolor. Los que han pasado delante del lente de esa grabadora desquiciada siguen jóvenes, no los zahiere el drama de los días, no sienten la pesadez progresiva de los pasos, no beben sorbos amargos de cotidianeidad, de cuentas por pagar, de leyes estúpidas, de despecho, de incomprensión, de envidiosa mala leche. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Creative Commons License
Cuadernos de la Ira de Jorge Muzam is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.