Entonaciones afectivas


Escarcha matinal y desfile de torcazas en la cordillera andina. Las empinadas paredes rocosas son humedecidas por las nubes que van hacia el sur. Más abajo los álamos amarillos compiten en prestancia con los bosquecillos de robles que mutan de marrón a rojizo. El viento bombardea los lomos de los cerdos con nueces y encinas. Los higos intensifican su madurez violeta y las cajetillas de castañas se precipitan como naves de Ka-El.

Ante cada persona que despierta nuestro afecto, o ante cada animal, usamos palabras deformadas o sonidos muy particulares. Onomatopeyas nuevas o refaccionadas. Añuñuis del habla. Encantamientos para los que el lenguaje normal no tiene expresión. Quien los recibe se siente acogido, respetado, único en su parcelita de amor.

Don Justo mantiene su inquietud posada en la lejanía. Nadie más parece comprender la desaparición del perro Malacara. Lo que significa para los días usuales. El abismo que queda en el sentimiento. Por eso la marcha nocturna, los zapatones de caminata, la bufanda hasta las orejas, como una última cruzada de vida hasta encontrar a ese amigo perdido.

Imagen: Fotograma de la película argentina Historias Mínimas de Carlos Sorín

1 comentario :

  1. Qué se te puede decir... que emociona leerte, y aquí es otoño... busca el poema de D. H. Lawrence, El barco de la muerte
    Un abrazo

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